Nuestra mente y la magia
Tal vez esto no deba de decirlo o publicarlo por aquí, pero me parece un hecho tan sumamente interesante…que no me he podido resistir. Y es que nuestro cerebro hace magia, o mejor dicho, ayuda a que nosotros, los magos, podamos hacer magia… jugamos con la magia de la mente.
Lo que voy a contar tampoco es un secreto, hay muchos estudios científicos que hablan de esto por lo tanto no soy yo el que descubra nada…
El otro día navegando por la red descubrí un articulo de la revista “Quo” que habla sobre esto y es muy curioso, el cerebro, ese órgano aun por descubrir, o mejor dicho por terminar de descifrar, es un gran aliado para los magos.
Si eres de las personas que crees que un mago no conseguirá “engañarte”… estas muy equivocado y es que damos por sentado que el cerebro lo controla todo, lo sabe todo, lo ve todo… Pero ¿es así realmente?
Susana Martínez-Conde, directora del Laboratory of Visual Neuroscience en Phoenix nos explica las bases con las que comenzar a entender los engaños de la mente: “Nuestro cerebro tiene unos recursos limitados. No puede procesar toda la información que le llega, y por tanto debe enfocar la atención en determinados lugares, borrando el resto. Organiza la realidad con los recursos con los que cuenta, y así, cuando nos concentramos en algo, necesariamente dejamos fuera otros elementos. Es lo que llamamos ceguera por atención”.
Como en un escenario, la mente enciende su foco e ilumina aquello que considera importante; pero mientras tanto, el resto de la realidad queda fuera de la escena, como accesorio.
“Ojos que no ven…despiste”
Para explicar la ceguera al cambio, anteriormente nombrada, el neurocientífico Stephen Macknick nos enseña un video que puede parecer una broma con cámara oculta, pero en realizad se hizo para realizar una experiencia muy esclarecedora sobre este hecho.
En el video, se ve como un turista pide ayuda en la calle a varias personas para que le indiquen una direccion. La gente se concentra en buscar esa calle en un mapa y no se dan cuenta de que el turista se ha cambiado por otro (de aspecto no muy diferente), cuando levantan la cabeza del mapa no perciben el cambio.
Para demostrar estas cosas me gustaría que vieses este video atentamente, es un experimento muy curioso….
Este es el otro video del que hablo en el articulo, el del turista que se cambia, puedes verlo aquí:
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